En esta economía globalizada toda clase de transacciones son llevadas a cabo en todo momento y en cualquier lugar del mundo. Y este tipo de operaciones necesitan de una moneda con la cual ambas partes se sientan conformes. Allí es donde entra el Forex.
Este no es más que el intercambio de diferentes signos monetarios en un mercado global, el cual se puede usar como forma de inversión o para resguardar tus ahorros cuando la economía de algún país atraviesa un mal momento. Este mercado se diferencia con los demás mercados bursátiles en el tipo de instrumento que transan y en el dinamismo de los mismos.
Mientras que las bolsas tradicionales cuentan con regulaciones sobre los papeles con que negocian, principalmente bonos y acciones, en el Forex el mercado se basa en la oferta y la demanda, bajo una serie de normas mucho más flexibles.
Esto lo convierte en uno de las formas de inversión más volátiles que existen: los indicadores y precios con que se manejan fluctúan en cuestión de pocos minutos, aunque en la mayoría de los casos estos cambios son decimales.
A diferencia de otras bolsas, en el Forex puede participar cualquier persona siempre y cuando cuente con los servicios especializados de un intermediario o bróker: un individuo o institución que sirve para realizar intermediarios entre los grandes entes que manejan el mercado de divisas con los pequeños inversionistas.
Y es que este mercado es movido por los grandes países del mundo, por medio de sus Bancos Centrales, encargados de la política monetaria. De igual modo, los grandes bancos privados transan con monedas por diversos motivos de comercio internacional. Por su parte, los pequeños inversionistas buscan invertir en algún signo monetario para sacar provecho de los diferentes tipos de cambio que se manejan.
En gran parte de las operaciones del Forex, un inversionista cambia su moneda por una segunda con un tipo de cambio que es mayor al de la moneda original si se compara con una tercera. La diferencia al intercambiar estas tres monedas es ganancia bruta.
Siendo el artículo más intercambiado en el mundo, las divisas son una forma de inversión segura, que no presenta casi fluctuaciones y que pude ser una alternativa recomendable para cualquier persona con poco capital, puesto que el apalancamiento (prestamos en monedas proporcionales a lo invertido en una plataforma de broker) es lo suficiente elevado como para representar una forma de inversión con altas ganancias y riesgos relativamente bajos.